¡Hola a tod@s¡
Con el veranito a la vuelta y algún que otro tanteo en Semana Santa mas o menos, hemos podido disfrutar de unos días de sol, eso sí, cuando se digna a aparecer, aquí en el noroeste peninsular, eso es sinónimo de ¡playita! Y como en esta zona el invierno es tan largo y las pieles son tan sufridas, he aquí algunos consejos para que en vez de conseguir un moreno de revista termines como un camarón a la plancha.
Comencemos por lo más básico, ¿qué es y para qué sirve el SPF o Factor de Protección Solar?
El factor de protección solar, indica cuanto tiempo más, un protector solar aumenta la capacidad de defensa natural de la piel antes de llegar a quemarse una persona. Los productos solares contienen ingredientes que absorben, bloquean y/o dispersan los rayos del Sol (UV). Estos productos han sido formulados para proporcionar diferentes grados de protección contra los rayos UVA, UVB e infrarrojos (IR).
El protector solar hace algo más que protegernos del cáncer y de las quemaduras, también nos ayuda a prevenir el fotoenvejecimiento: arrugas, manchas y la pérdida de elasticidad (merma la producción del colágeno y la elastina) provocadas por los rayos ultravioleta del sol.
La radiación Ultravioleta UVB, es la causante de la mayoría de las quemaduras y los cánceres de piel.
La radiación UVA, es la que nos ayuda a estimular la melanina y la que nos pone moren@s, por desgracia también es la causante de fotoenvejecimiento y propicia la aparición de pecas y manchas cutáneas, éstas dos últimas son la reacción natural que tiene la piel para protegerse.
Para terminar he de aclarar que CUALQUIER PERSONA que pasa tiempo en el exterior durante el día (haga frío o calor) debe usar protección aunque sea moreno y no se queme.
Los niños son particularmente sensibles a los efectos dañinos del sol, los bebés de menos de 6 meses, deberán permanecer fuera de la luz directa debido a la fragilidad de su piel, en cuanto a nosotros los adultos no debemos de olvidar…
NO Tomar el sol entre las 12 y la 4 de la tarde.
NO Llevar ropa que deje zonas amplias de la piel al descubierto.
NO Utilizar perfumes y lociones con alcohol ya que pueden irritar la piel.
SI Aplicar el protector solar media hora antes de la exposición y renuévalo cada 2 horas o después de cada baño.
SI Utilizar protectores labiales para evitar quemaduras, deshidratación o sequedad.
SI Hidratar la piel después de tomar el sol y beber líquidos para reponer las pérdidas de agua y sales minerales.
SI Utilizar siempre gafas de sol homologadas, incluso en niños, con suficientes garantías de calidad y seguridad.
Aquí tenéis una plantilla en la que se indican los diversos fototipos de piel, aún así debéis de tener en consideración que muchos de nosotros encajamos no en uno, sino en varios fototipos a la vez, ante la duda más vale PREVENIR QUE LAMENTAR, MAYOR PROTECCIÓN = MAYOR SEGURIDAD.
He aquí un axioma tan evidente como desconocido, el SPF30 ya es FACTOR DE PROTECCIÓN EXTREMO, eso quiere decir que ya cubre las horas de máxima exposición, LA PANTALLA TOTAL NO EXISTE y un SPF más alto no nos protege más, da igual que seas de piel morena que nunca te hayas quemado, la piel no siempre está en las mismas condiciones y seria ignorancia por nuestra parte actuar de forma tan imprudente.
Lo mejor y más acertado es empezar SIEMPRE por un SPF alto y a medida que vamos cogiendo color ir bajando el protector.
Consejo: una piel morena empezaría con un SPF30 y bajaría progresivamente al SPF 25 hasta llegar al SPF15, no más. Una piel clara la mantendríamos en un constante SPF 30 – SPF25.
Una buena alternativa para preparar la piel para el verano es 1º y ante todo un buen peeling corporal y facial (ver post anterior), pero sobre todo para reforzar la piel después de un largo invierno, sin duda las cabinas de bronceado son lo mejor, estimulan la síntesis de melanina, hasta media hora después de haber realizado la sesión, acelera la producción de Vitamina D y mejora nuestro estado anímico. Las sesiones de uva (bajo mi criterio, he trabajado en solariums mucho tiempo he de decir) deben de tomarse 1 ses. mínima 1 vez a la semana durante el 1º mes previo a tomar el sol ( lo habitual son entre 6 y 8 min. que equivaldrían a 15-20 min. de tiempo real en hora máxima, 15 min. en solárium equivaldría a media hora de sol) y jamás exceder los 12min en una sesión. Las pieles morenas pueden llegar a realizar el servicio 2 veces a la semana, mientras que una piel mas blanca y delicada se debe ajustar a 1 vez a la semana.
Por lo demás , la variación de sesiones o el incremento de minutos os lo dejo a vuestro criterio teniendo en cuenta lo que he dicho antes, pues todos somos adultos y mayores de edad, ¿cierto?...
Espero este post os haya servido de ayuda, si tenéis dudas, por favor no dudéis en dejar vuestros comentarios y si os encontráis cerca de A Coruña o alrededores no dudéis en visitarnos, estaremos encantadas de recibiros.
Un saludo,
Lorena.
NEOZEN, fuera de la estética convencional.